martes, 6 de noviembre de 2018

El plástico a favor del planeta tierra.


EL PLÁSTICO A FAVOR DEL PLANETA TIERRA
Hasta hoy, venimos vituperando el plástico como si fuera nuestro peor enemigo, pero, la verdad sea dicha, desde cuando iniciaron sus orígenes hace más de siglo y medio, como resultado de la búsqueda de un sustituto para el marfil natural, resultamos viviendo la que debería llamarse, La Edad del Plástico.
Desde los 60, los plásticos empezaron a sustituir, con mucho éxito, materiales como el vidrio, la madera, el cartón, y en los 70 fueron varias las aleaciones de metales reemplazadas, llegando a ocupar su lugar, de manera definitiva. Más adelante, en los 80, su uso se intensificó tanto que llegó a ser una de las más importantes industrias del mundo, que se dedicó a encontrar nuevas aplicaciones, gracias a la importante inversión que se hizo en su investigación y desarrollo.
Las cosas llegaron a tal punto, que nos parecía imposible vivir sin el plástico, y digo, parecía, porque ahora hemos cambiado un poco el discurso al respecto, al ir tomando conciencia del daño tan grande que han terminado haciéndole a la vida, y estamos pensando en ir mermando su uso, sobre todo, en aquellas aplicaciones donde no se justifica, como por ejemplo, ese plástico que cubre varias frutas y que ni siquiera  podrá ser reutilizado, al menos una vez, o aquel que arma un paquete de bebidas gaseosas, o…….
La asociación de fabricantes de plástico en Europa, han sintetizado en 10 puntos lo que consideran beneficioso para el hombre, a saber:
1. Los plásticos son unos de los materiales más versátiles y eficientes en uso, de los recursos disponibles para la sociedad.
2. Los plásticos hacen una contribución significativa a las principales metas del desarrollo sostenible:
  • Progreso social: los plásticos proveen productos accesibles, que brindan a las personas la oportunidad de acceder a altos estándares de vida, cuidado médico e información.;
  • Desarrollo económico: la cadena industrial de plásticos emplea a más de 1.5 millones de personas y genera ventas por encima de 159 billones de euros, sólo en Europa. 
  • Protección ambiental: ayudan a economizar recursos fósiles y energéticos. Además, previenen la contaminación de agua y alimentos.
3. Los plásticos sólo consumen el 4% del petróleo mundial. Los productos plásticos en uso ahorran petróleo: 100 kg de piezas plásticas instaladas en automóviles reducen el consumo de combustible en casi 12 millones de toneladas cada año, y reducen las emisiones de CO2 en 30 millones en el mismo período.
4. Los plásticos son muy valiosos para tirarlos, aún al final de su vida. Después de su uso, pueden ser reciclados o emplearse como un combustible alternativo. Los plásticos tienen un poder calorífico al menos igual al del carbón y generan menos emisiones de CO2.
5. Las energías renovables se fundamentan en plásticos: paneles solares, turbinas de viento.
6. Más de un millón de personas en el mundo carece de acceso a agua potable. Los plásticos pueden preservar y distribuir el agua de forma económica, confiable y segura. Ningún otro material puede competir con los plásticos cuando se trata de satisfacer demandas técnicas mientras se preservan los recursos.
7. Los plásticos son los campeones de la prevención: los empaques plásticos representan el 17% del material de empaque empleado en Europa, y aun así empacan más del 50% de los bienes de consumo.
8. Se estima que en un período de 10 años los empaques de plásticos por unidad se han reducido en un 28%, gracias a la tecnología.
9. Sin los empaques de plásticos el peso de los empaques se incrementaría cuatro veces, los costos de producción y el consumo de energía se doblarían, y el volumen de desperdicio se incrementaría en un 150%.
10. Los plásticos hacen nuestra vida más segura: airbag, cinturones de seguridad, sillas de bebé, cascos de bicicleta y dispositivos médicos, entre otros ejemplos.  
Los países desarrollados culpan a los subdesarrollados de ser los culpables de la contaminación de los plásticos, cuando en realidad, la necesidad ha puesto a muchas personas a obtener su sustento diario recolectando la mal llamada basura plástica.
En los países desarrollados se centran en lograr mayores tasas de reciclaje, y sin embargo  insisten en que el reciclaje de los plásticos no es la panacea, al contrario de lo que sucede con el vidrio,  con el plástico reciclado no se pueden fabricar similares, sino objetos diferentes, que generalmente terminan en los rellenos sanitarios.
En la India han desarrollado una interesante alternativa, como es el tratar de volverlos un combustible líquido, parecido a la gasolina, al diesel y al queroseno, calentándolo a 450°C en presencia de un catalizador para convertir el polietileno de las bolsas, que son los residuos que más daño están causando en los ecosistemas marinos.
Como podemos ver, son muchos los beneficios que han traído a la humanidad, el problema radica en lo que hacemos con ellos una vez los utilizamos, y en utilizarlos para un solo uso, cosa que debemos evitar.
Por eso, convencidos de las inmensas posibilidades que se nos presentan con los plásticos luego de ser usados y reutilizados, como son los procesos de reciclado, para convertirlos en nuevos productos.
He titulado este escrito, El plástico a favor del Planeta tierra, porque soy un convencido de que así puede llegar a ser, y fue por eso que he venido insistiendo en el tema de la madera plástica y sus incontables aplicaciones, hasta para construir casas, pero, nos topamos con un problema, y es la gran flexibilidad del producto, que obliga a tener ciertas consideraciones cuando se utiliza en grandes construcciones.
Por eso, junto con mi amigo Marcos Martínez,  quién trataba de patentar, ante la Comisión Nacional de Patentes en los Estados Unidos, un sistema y método para construir viviendas modulares, nos sentamos a analizar características y precios de los varios posibles materiales para construir casas, y llegamos a la conclusión de que el WPC (MADERA PLÁSTICA COMPUESTA) era el ideal.
Y lo encontramos ideal, no sólo por ser madera plástica mejorada, sino porque de paso se pretende solucionar el gran problema que representan los inmensos residuos de la industria maderera, que ocupan grandes extensiones de terreno y son un peligro latente por los riesgos de incendio.
El sistema es simple pero ingenioso y se plantea buscando disminuir los costos de mano de obra in situ, cambiándolo por avances en una Planta fabril,  que permitan agilizar drásticamente la construcción de una casa, sin ser necesaria tampoco, mano de obra especializada.
Luego de contactar grandes fabricantes de WPC, sabemos que los paneles, objeto del sistema y método,  se pueden fabricar de varios anchos, de tal manera que se ajusten a las dimensiones que manejan los arquitectos en los diferentes países.
Relatado desde Zaragoza en Cartago, Valle del Cauca, Colombia, por el ingeniero agrícola Julián Echeverri Escobar.

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